Existen grandes desafíos para las emprendedoras, los cuales se deben enfrentar desde la política y los programas públicos si se quiere potenciar su empoderamiento económico, afirma director de la Oficina para los Países Andinos, Ítalo Cardona.

Cerca del 90% de las mujeres empresarias se concentra en los sectores de comercio y servicios.

La mujer emprendedora y empresaria es clave para la generación de empleo y la economía del Perú, afirmó el director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para los Países Andinos, Ítalo Cardona Monterroza, quien sostuvo que, a escala mundial, se calcula que 1 de cada 3 empresas formales la lidera una dama.

En el Perú, este porcentaje es incluso mayor, pues, según datos del Ministerio de la Producción, las mujeres conducen más del 43% de las empresas formales, resaltó el funcionario en declaraciones al Diario Oficial El Peruano.

Contribución

“Su contribución es innegable, pero persisten desigualdades de género que originan importantes disparidades en las oportunidades para empezar y hacer crecer un negocio. Existen grandes desafíos para las empresarias, los cuales debemos enfrentar desde la política y los programas públicos si queremos potenciar al máximo el empoderamiento económico de las mujeres y su contribución a la generación de empleo”, aseveró.

Cardona recordó que cerca del 90% de las mujeres empresarias se concentra en los sectores de comercio y servicios, dos de los ámbitos con mayores tasas de informalidad y que resultaron más impactados, en forma negativa, por la pandemia del covid-19, y en los que hay un potencial limitado para crear valor.

“Por otro lado, casi el 99% de las empresas formales conducidas por mujeres son micro o pequeñas empresas a las que, además, debemos sumar las miles de micro y pequeñas empresas informales, en las que las mujeres realizan su actividad económica con mayor riesgo, menor o nulo acceso a servicios empresariales y sin protección social y laboral de ningún tipo”, advirtió.

Frente a este contexto, el funcionario internacional se pregunta ¿qué se puede hacer? “Además de poner en marcha políticas de promoción del emprendimiento competitivo en general, desde la OIT consideramos que se puede asegurar que los servicios de apoyo al emprendimiento realmente entiendan y atiendan las necesidades de esas mujeres”, precisó.

“Las emprendedoras enfrentan desafíos similares a los emprendedores varones en sus actividades económicas. No obstante, las mujeres se topan con un conjunto adicional de barreras basadas en el género que restringen su acceso a recursos y oportunidades. Los prestadores de servicios [capacitación en gestión empresarial, oportunidades de mentoría, información de mercado o servicios financieros, por ejemplo] deben saber reconocer esas barreras y adaptarse, ofreciendo, en definitiva, servicios sensibles al género”, subrayó.

Además, expresó, las horas que las mujeres dedican a las labores domésticas no remuneradas no solo afectan el tiempo que las empresarias pueden dedicar de pleno a su negocio, sino también reducen el porcentaje que quiere o puede emprender, porque terminan dejando de lado sus planes de negocio por esa “falta de tiempo”.

“Un sistema integral de cuidados es una estrategia transformadora que permitiría a las emprendedoras aprovechar las oportunidades para emprender”, recalcó Cardona en una reflexión por el Día Internacional de la Mujer.

Esfuerzos

Por otro lado, sobre la participación de las damas en sectores dominados por varones, como la industria y construcción, dijo que uno de los principales esfuerzos que se hace desde la OIT es promover la conciliación entre el empleo remunerado y el trabajo de cuidado, para que las mujeres tengan verdaderas oportunidades de aprovechar sus trayectorias profesionales, lo que incluye su reconversión laboral cuando lo deseen.

“Desde el 2019, mediante el proyecto Conducta Empresarial Responsable en América Latina y el Caribe (Ceralc), que promueve prácticas de conducta empresarial responsable, se ejecutaron diferentes tipos de acciones para impulsar la inclusión laboral de las mujeres y la igualdad de oportunidades en el sector privado latinoamericano. Entre ellas, se creó una plataforma virtual para fomentar la conciliación laboral-familiar con enfoque de género”, explicó.

Con esta herramienta, detalló, en el Perú se trabajó con compañías multinacionales miembros de la Cámara de Comercio Española para fortalecer la adopción de buenas prácticas empresariales y/o políticas corporativas de conciliación para transversalizar la igualdad de género y la diversidad en sus actividades.

Capacitación profesional

Cardona manifestó que en el Perú, en promedio, las mujeres alcanzan mejores niveles formativos que los varones; sin embargo, ellas tienden a optar mayoritariamente por carreras tradicionalmente femeninas, que se vinculan con trabajos de menor reconocimiento social, productividad y remuneración.

“Aquí no solo influyen los estereotipos y normas sociales que condicionan la toma de decisiones, sino también el reparto desigual de tareas de cuidado termina perjudicando las trayectorias laborales de las mujeres. Los cursos y carreras más largos requieren más tiempo y dedicación, lo que dificulta su acceso para mujeres con responsabilidades de cuidado”, advirtió.

Hace poco, recordó, la OIT aprobó la Recomendación 208 sobre los aprendizajes de calidad, “un instrumento importante y oportuno si consideramos las actuales transformaciones aceleradas del mundo del trabajo, incluidas las resultantes de los desafíos del cambio climático, la globalización, los cambios demográficos y la tecnología”.

Resaltó que la citada herramienta es muy útil, porque hace un llamado a los países a enfocarse en el desarrollo y la promoción de aprendizajes de calidad a fin de brindar oportunidades, en particular a los jóvenes y las mujeres, de adquirir competencias, perfeccionarlas y recalificarse de manera continua ante las rápidas transformaciones.

Fuente ElPeruano